A lo largo de los últimos meses la ciencia ha estado en boca de casi cualquiera, incluso de aquellos quienes – estando en el gobierno – le han brindado en su momento poco apoyo. Dentro del modelo de la triple hélice, la actividad científica es considerada clave para la innovación del proceso productivo y para lograr o conservar la competitividad de las empresas en los mercados. La investigación científica no se desarrolla en un espacio abstracto. En muchos países, son las universidades públicas las que la han sostenido históricamente. Nuestro país, en general, y Nuevo León, en particular, no constituyen la excepción. Sin embargo, a lo largo de las últimas tres décadas el sistema universitario neoleonés ha cambiado de forma considerable: en la actualidad, las instituciones de educación superior públicas (IES) constituyen una minoría relativa dentro del paraje universitario general gracias a las abundantes acreditaciones de IES privadas por parte de la Secretaría de Educación de Nuevo León. ¿Qué aportan las IES privadas a la formación de profesionales de alto nivel y qué papel juegan dentro del sistema de ciencias en Nuevo León?

Al principio de su sexenio el gobernador, Ing. Jaime Rodríguez, se comprometió, a través del Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021, a redoblar los esfuerzos para impulsar a la actividad científica y la innovación con el fin de “…convertir al estado en una región altamente competitiva a nivel mundial, comparable con otras zonas de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)” (p. 84). Quienes formularon en 2015 semejante planteamiento, se mostraban confiados de poder lograr tal ambiciosa meta toda vez que Nuevo León contaría con un gran número de “recursos” y “activos”: “…103 centros de investigación públicos y privados y 16 incubadoras de tecnología media y alta en el estado; el parque de investigación e innovación tecnológica (PIIT), … así como los más de 300 colegios y universidades tecnológicas, politécnicas, públicas y privadas, que cuentan con 125 programas de posgrado registrados en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad” (p. 84). No cabe duda, el número de IES en Nuevo León es impresionante, pero ¿constituye esto realmente motivo de optimismo? ¿Es el sistema de educación superior público y privado capaz de dar cumplida a las necesidades de desarrollo socioeconómico, científico y cultural del estado?

El desarrollo de los centros educativos públicos y privados en Nuevo León

Uno de los objetivos centrales de las políticas neoliberales ha sido la estimulación de la inversión privada en el sector educativo. En Nuevo León, el número de instituciones que imparten educación superior se ha incrementado, entre 2008/09 y 2018/19, de 235 a 349 (+ 48.5%)[1]. De esta cantidad, alrededor de 31 (menos del 10%) son públicas. De las 349 IES, solamente 101 instituciones públicas y privadas (28.9%) han sido registradas por el Sistema de Información Cultural (SIC) del gobierno federal como universidades o centros de estudios universitarias[2]. Sobre el resto (71.1%) no hay información disponible acerca de la infraestructura educativa, los programas de estudios y los niveles de habilitación del profesorado. En 2020, la Secretaría de Educación de Nuevo León reconoció y autorizó 837 programas educativos nuevos (PE) impartidos por 120 IES privadas[3]. Entre estas se encuentran, por ejemplo, la universidad de las tiendas Oxxo (Instituto Oxxo) y otros establecimientos con nombres tan floridos como Instituto de Salud Amor, para mencionar algo[4].

El desarrollo de la matrícula en la educación superior pública y privada, 2008-2018

La matrícula a nivel de licenciatura subió en Nuevo León de 129,458 a un total de 197,195 alumnos/as (+ 52.3%). Al inicio las IES públicas atendían a un 55.2% del alumnado mientras que para el final del periodo la proporción era de 65.2% Aunque la matrícula de IES privadas subió de 58,003 estudiantes a 68,568, el sector privado perdió peso relativo en la impartición de licenciaturas (de 44.8% a 34.8%)[5].

La problemática de la incursión de la Iniciativa Privada (IP) en la educación superior de Nuevo León, se aprecia mejor si analizamos la composición de los programas educativos (PE) nuevos de 120 IES privadas, los que han sido autorizados por la Secretaría de Educación de Nuevo León en 2020. De los 837 PE reconocidos solamente 5 programas (0.6%) son del área de las ciencias naturales y 111 (13.3%) de ingenierías. El resto (86.1%) se conforma por licenciaturas en administración de empresas, comunicación, diseño, computación, derecho, psicología y turismo principalmente, es decir, carreras que exigen a las IES una escasa inversión en infraestructura educativa. Aunque se trate de un negocio lucrativo, dicha oferta educativa no resulta de ayuda para mejorar la posición de Nuevo León en el ranking mundial de competitividad ni tampoco para expandir las actividades científicas. Al contrario, la IP forma profesionales en áreas tradicionales para un mercado laboral saturado lo que provoca que la fuerza de trabajo profesional se deprecie aún más. Esta situación resulta particularmente dramática en el sector educativo que ofrece a los profesionistas niveles salariales irrisorios.

Sorprendentemente, la IP fortaleció su presencia en los estudios de posgrado (maestrías, doctorados y especializaciones) a través de la creación de nuevos centros educativos (su número subió de 49 a 97, es decir + 98%), los que atendieron, en 2018, 61.7% más estudiantes que en 2008[6]. En contraste, el número de IES públicas con programas de posgrado se mantuvo prácticamente estable (30 instituciones al inicio y 31 al final del periodo). Sin embargo, el peso relativo del sector público en los estudios de posgrado bajó de 43.2% en 2008 a 38.3% en 2018[7].

Tomando en cuenta que la élite de profesoras/es-investigadoras/es en Nuevo León (el personal académico que es reconocido por el Sistema Nacional de Investigadores) se concentra en menos de diez IES (66.9% están en la UANL, 20.4% en el ITESM, 2.3% en la UDEM, 1.9% en el CIMAV, 1.82% en el CINVESTAV y 4.6% en otras IES)[8], se puede concluir que la mayor parte del alumnado de posgrado en IES privadas cursa estudios de doctorado, maestría y especialización bajo condiciones académicas no idóneas. La masificación de títulos de doctorado y maestría otorgados por estas IES privadas invalida el valor de aquellas credenciales que fueron obtenidas a través de PEs reconocidos por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) de CONACYT, los cuales exigen rigor, tiempo y esfuerzo; e inunda el mercado laboral con profesionistas que a pesar de sus títulos académicos carecen de las correspondientes capacidades y conocimientos académicos supuestos.

En suma, los datos arriba demuestran que el elevado número de IES privadas en la educación superior no es motivo de júbilo sino de preocupación. A lo largo de las últimas tres décadas, el gobierno de Nuevo León ha reconocido y autorizado programas educativos de pre y posgrado sin cuidar la calidad de los mismos. A diferencia de las IES públicas, las que se han tenido que someter a procesos de acreditación académica nacional e internacional, la IP no ha afrontado similares candados. En la actualidad, muchas IES privadas ofertan – a cambio de elevadas tarifas – programas educativos poco rigurosos, los que son impartidos por un profesorado credencializado pero sin capacidades científicas. Este tipo de escuelas privadas contribuyen solamente al incremento en los niveles de escolaridad de la población. Junto con   la incapacidad del régimen económico de generar una oferta de empleos para profesionales altamente calificados han implicado la devaluación de la escolaridad y las credenciales educativas. Por lo tanto, como apuntan (Mora y Oliveira 2012)[9], “entre los profesionistas pueden generarse dinámicas sociales que apuntan hacia la generación de grandes brechas laborales que, a la postre, se traducen en desigualdades sociales de nuevo cuño”. Resulta imprescindible que el Estado atienda cuanto antes esta situación.

 

 Referencias.

[1] Cálculos propios con base en: https://www.nl.gob.mx/publicaciones/estadistica-educativa-del-nivel-superior.

[2] https://sic.cultura.gob.mx/lista.php?table=universidad&estado_id=19&municipio_id=-1

[3] https://www.nl.gob.mx/publicaciones/escuelas-de-educacion-superior-de-nivel-licenciatura

[4] Ibid..

[5] Cálculos propios con base en: https://www.nl.gob.mx/publicaciones/estadistica-educativa-del-nivel-superior.

[6] ibid

[7] ibid

[8] http://investigacion.uanl.mx/lidera-uanl-con-investigadores-nacionales-en-el-norte-de-mexico/

[9] Mora, Mainor; De Oliveira, Orlandina (2012 ) Las vicisitudes de la inclusión laboral en los albores del siglo XXI: Trayectorias ocupacionales y desigualdades sociales entre jóvenes profesionistas mexicanos, Estudios Sociológicos, núm. 88, pp.3-43