Las tesis liberales de la democracia establecen mecanismos institucionales para llamar a cuentas a quienes ejercen puestos de poder y responsabilidad política. Pero esas tesis normativas fallan en informar de las maneras históricas en que dichas instituciones se transforman en entes autoreproducidos a través de mecanismos de captura de poder de grupos de minorías políticas. Estas minorías manipulan los entramados institucionales para evadir rendir cuentas ante los sujetos primordiales de las instituciones que dirigen. En el caso de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), los mecanismos institucionales para llamar a cuentas a las autoridades universitarias, rector, secretarios, directores de facultades y escuelas se encuentran capturados por los mismos sujetos puestos en cuestión. De tal forma que para los miembros llanos de la comunidad universitaria, profesores, estudiantes y trabajadores la posibilidad de llamar a cuentas a sus autoridades académicas es un camino prácticamente cerrado. Lo que existe son mecanismos bajo control de los revisados que simulan la rendición de cuentas pública. Pero de hecho estos informes o cuentas financieras casi nunca reciben contestación o son constatadas su veracidad por institución u organización alguna. De esta forma, la rendición de cuentas se convierte en un mecanismo rutinario de presentación de informes burocráticos que la alta dirección de la universidad se dirige y se responde a sí misma.

 Sin embargo, y constatando las observaciones hechas por C. Wright-Mills en La Élite del Poder, los miembros de las minorías que dirigen las instituciones primordiales de la sociedad no son ciegos ante cualquier actor o agente que los interpele; siempre que puedan, evitarán rendir cuentas o tener comunicación con las bases sociales de sus instituciones. Pero frente a otros actores a los que consideren sus iguales, responderán de inmediato y sin ambages a cualquier cuestionamiento o petición de información.

 Un caso de esta interacción elitista entre facciones del directorio político de la sociedad regiomontana ocurrió en la coyuntura del recién pasado proceso electoral estatal marcado por la intervención de diversas fuerzas en él y la victoria al final de una de las opciones inesperadas para acceder al gobierno estatal. En ese contexto, el diario El Norte, el principal diario estatal y con alcance nacional a través del grupo Reforma del que es parte, emitió una serie de notas sacando a la luz investigaciones llevadas a cabo en instancias nacionales por corrupción en la UANL relacionadas con el caso de La Estafa Maestra y el uso de empresas fantasma para la compra de bienes y servicios con presupuesto universitario[1]; la universidad se sintió interpelada de inmediato y obligada a responder las notas lanzadas como proyectiles, del citado diario. El contexto en que se dan estas notas es que El Norte, un corporativo de medios que refleja los intereses del gran capital regiomontano y del Grupo Monterrey específicamente, había sido uno de los puntales de apoyo a la campaña del candidato que resultó finalmente ganador en las elecciones estatales, Samuel García, que compitió con las siglas del partido Movimiento Ciudadano (MC).

Como producto de las notas periodísticas, un funcionario del primer círculo de decisiones financieras de la universidad fue obligado a renunciar, aunque hasta la fecha no se sabe si enfrentará alguna otra responsabilidad, tampoco ha habido más renuncias de funcionarios universitarios[2]. Pero la respuesta universitaria no quedó en la renuncia del funcionario citado, sino que la rectoría de la UANL anunció que ofrecería una conferencia de prensa privada con un solo medio como invitado, El Norte, en una suerte de comparecencia para informar sobre las acusaciones que existían en instancias nacionales, específicamente en la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda (SHCP) federal, por supuestos turbios manejos en la UANL. La UANL no dio explicaciones a la sociedad, a la comunidad universitaria, ni siquiera al Consejo universitario, sino a un medio de comunicación corporativo, que por su lado se sintió cómodo arrogándose la representación autoadjudicada de la sociedad regiomontana.

El corolario de esta disputa entre facciones del poder político en Monterrey, fue la información del nombramiento como secretario general de la universidad, de Mario Alberto Garza Castillo, consejero-presidente de la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León (CEE), profesor y directivo de la Facultad de Derecho y reiterado aspirante a la rectoría de la universidad. Garza Castillo sería el ariete que requeriría el nuevo gobierno estatal de Samuel García dentro de la universidad ante el intento de las autoridades universitarias de evitar la injerencia de éste en el nombramiento del nuevo rector universitario ante el final del periodo de Rogelio Garza Rivera, que representa a la facción de la Facultad de Ingeniería Mecánica Eléctrica (FIME). Las notas periodísticas de El Norte serían el pretexto que daría al gobierno estatal la manga ancha necesaria para negociar en una posición de fuerza frente a una dirección universitaria desprestigiada ante las acusaciones de corrupción y carente de contacto y base social alguna.

El nombramiento de Mario Alberto Garza (un funcionario ajeno a las facciones que se turnan el poder en la UANL) se hará realidad solo hasta octubre cuando ocurra la transición en la rectoría universitaria[3]. El hecho es que el nuevo gobierno estatal está buscando la manera de intervenir en el proceso político universitario y la posición de la universidad es harto endeble, así que los intentos del gobierno podrían tener éxito. El otro hecho político crucial es la forma por demás sumisa y obsecuente que la dirección de la UANL adoptó al responder la exigencia de información del diario del capital regiomontano. Conocida por su hermetismo y por hacer oídos sordos ante los reclamos de la comunidad universitaria contra el acoso sexual, el cobro abusivo de cuotas estudiantiles y las acusaciones de corrupción, entre otros, la dirección de la UANL no dudó un minuto en responder las exigencias arrogantes de El Norte y ofreció la cabeza de un funcionario de nivel como premio de caza a dicho diario.

Es verdad que la coyuntura de la transición en el gobierno estatal y en el de la universidad abren espacios de contradicciones y disputas que debilitan el ejercicio del poder político de la dirección política de la UANL y es en ese contexto que la universidad se vio obligada a responder las acusaciones periodísticas directamente. Pero también es evidente que para la dirección universitaria hay sujetos ante quienes se siente obligada a comparecer y rendir cuentas en las alturas del poder político y económico. Pero no ante la comunidad universitaria ante quien no se siente obligada a responder, y a la que considera sin derecho alguno para llamar a cuentas a los directivos de la universidad, supuestamente nombrados por ella.

En este sentido es pertinente traer otra vez a cuento los planteamientos de Wright-Mills acerca de la interacción entre las élites de los poderes políticos y económicos. Para el sociólogo norteamericano, dicha interacción es mucho más intensa entre élites diversas que entre las direcciones y la base de las instituciones que dirigen. Para la UANL, la base social universitaria, su comunidad compuesta de estudiantes, profesores y trabajadores es un hoyo negro insondable, un grupo amplio sin forma al que solo se le consulta en ciertos períodos, decisiones tomadas de antemano en salas de reuniones, comidas suntuosas y espacios privados. La dirección universitaria carece de contacto y roce social real con su comunidad, porque no considera que necesite tenerlo, y porque durante varias décadas no ha contado con ningún tipo de organización que le haga frente o demande que rinda cuentas; salvo por el breve momento a fines de los sesenta y principios de los setenta del siglo XX, en que las organizaciones estudiantiles y el sindicato universitario ejercieron contrapesos reales al poder ejecutivo de los rectores y directores, en el contexto de la efervescencia política y estudiantil de esos años, inmediatamente después del movimiento estudiantil-popular de 1968. Esa insumisión se saldó con represión y expulsiones sumarias que en las décadas posteriores sumieron a la UANL en un medievo cultural del que aún no ha podido salir del todo, y que dejaron a su comunidad diezmada, atemorizada y sin referentes para ejercer la crítica y construir espacios políticos autónomos.

La enseñanza de estas jornadas nos muestran a una institución de gran envergadura en términos de volumen e infraestructura, que sin embargo, ejercer un papel político y social muy menor en el contexto de Monterrey y del noreste. Esta pequeñez y falta de visibilidad es también producto de la energía consumida en la UANL por sostener mecanismos autoritarios y verticales y por empeñarse en evitar a toda costa el florecimiento de la crítica, el pensamiento independiente y la libertad creadora. Esto es lo que explica en buena medida la existencia de una comunidad universitaria muy endeble y un tejido comunitario que no corresponde a la tradición e importancia de ella. También nos da una idea de la fragilidad de las autoridades universitarias ante los embates de otros poderes como el gobierno estatal o los medios de comunicación corporativos. La campaña para obligar a la UANL a rendir cuentas de los presupuestos que ejerce de manera por demás opaca es sin duda positiva. Pero no debería depender de poderes que actúan también a espaldas de la comunidad universitarias, desde arriba. Sino que debería ser obra de la misma comunidad universitaria, por ello es una tarea primordial poner el énfasis en la reconstitución de dicho espacio autónomo, la construcción de una comunidad universitaria actuante, vigorosa y crítica.

 

Notas

1-El Norte “Es directivo y proveedor” Por Mirna Ramos 15 de Julio 2021 (https://www.elnorte.com/es-directivo-y-proveedor/gr/ar2221207?); ABC Noticias “Entrevista UIF a socios de empresas “fantasma” de la UANL” Por Bernardo Pérez Lince, 23 de Julio 2021 (https://abcnoticias.mx/local/2021/7/23/entrevista-uif-socios-de-empresas-fantasmas-de-la-uanl-143379.html).

2-Reforma “Cesa por factureras Uni a administrador” Por Mirna Ramos, 20 de Julio de 2021 (https://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?__rval=1&urlredirect=https://www.reforma.com/cesa-por-factureras-uni-a-administrador/ar2223872).

3-SDPNoticias ”Impone Samuel al nuevo secretario general de la UANL” Por Plácido Garza, 21 de Julio 2021 (https://vanguardia.com.mx/opinion/politicon/exclusiva-impone-samuel-al-nuevo-secretario-general-de-la-uanl-NUVG3598115).