La pandemia causada por el coronavirus ha evidenciado aún más la debilidad del sindicalismo universitario, en particular la inoperancia del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (STUANL). Un sindicato que desde finales de la década de los 1970 pasó de ser un instrumento de defensa de los trabajadores a una oficina de recursos humanos y de control al servicio de las autoridades universitarias. La lista es larga de los atropellos sobre los universitarios en lo que el STUANL ha asumido un papel de lacayo del poder:

Con el beneplácito del STUANL directivos de Facultades informaron acerca de la decisión de la Rectoría de cancelar las vacaciones de verano bajo el pretexto de que es un período de receso académico por lo que los profesores deben de asistir regularmente a sus preparatorias, facultades e institutos. Con esta medida se incrementan los niveles de explotación laboral por lo que tendremos profesores más cansados, agotados, estresados.

El STUANL tampoco ha tomado acciones para frenar la fragilización creciente de la estructura salarial de los trabajadores universitarios. Tal fragilidad se expresa en la degradación de las condiciones laborales salariales y la multiplicación de formas de subempleo que no son empleos de pleno derecho y que el mundo académico ha denominado como el precariato, una especie de infrasalariado en el seno del salariado.[1] Basta recordar que la UANL es de las pocas universidades que permitió el outsourcing en los servicios de limpieza y vigilancia con bajos salarios y escasas prestaciones sociales.

Tampoco nada ha hecho para enfrentar las acciones autoritarias y despóticas de los directores que como ya se ha comentado en este espacio se han expresado en el acoso laboral hacia los profesores y trabajadores, véase los recientes casos en la Facultad de Trabajo Social, Filosofía y Letras, Facultad de Música y Arquitectura, que ha empujado a profesores(as) a buscar refugio en otras dependencias universitarias o exiliarse a otras instituciones de educación superior del país.[2]

Mucho menos el STUANL alza la voz ante las múltiples denuncias y evidencias de prácticas corruptas y discrecionales en el manejo del presupuesto universitario por las autoridades universitarias, como recientemente se evidenció en medios de comunicación, llámese Estafa Maestra o enjuagues de directivos con proveedores.[3]

En el actual contexto de pandemia, el STUANL ha permanecido inmóvil ante la explotación laboral que ha significado el trabajo a distancia, documentado en este espacio, dado el incremento sustantivo de la jornada laboral y el aumento de los controles ejercidos sobre los maestros que derivan en persecución y acoso laboral.[4]

El STUANL se ha hecho de la vista gorda del decreto de reforma de la Ley Federal de Trabajo que regula el trabajo a distancia en la pandemia. Donde se establece que el patrón tiene la obligación de entregar a los trabajadores que realizan teletrabajo los insumos necesarios para realizar sus trabajos y la obligación de los patrones de pagar los costos adicionales generados por el teletrabajo como es el costo del internet y la parte proporcional del servicio de la electricidad.

Afortunadamente no todo está perdido, los trabajadores del país contamos con una nueva Reforma Laboral promulgada en el 2018 que hace posible transitar hacia una democracia sindical. Tal reforma representa un cuestionamiento radical de prácticas corruptas en el mundo del trabajo, entre otras: el contratismo de protección, la intervención sesgada de las Juntas de Conciliación y Arbitraje en los procesos de negociación colectiva, el control empresarial sobre la formación de sindicatos a través de la manipulación de los procedimientos estatutarios.

La estructura burocrática sindical está enterada de que los universitarios tenemos la posibilidad real de democratizar el STUANL y que de no actuar a favor de la base trabajadores más temprano que tarde, amparados por los cambios en la Reforma Laboral, formaremos un nuevo sindicato verdaderamente democrático que le dispute la titularidad del contrato colectivo de trabajo.

 

[1] https://www.tesis11.com/uncategorized/precarizacion-laboral-en-los-maestros-de-asignatura-de-la-facultad-de-arquitectura-de-la-universidad-autonoma-de-nuevo-leon/

[2] https://www.tesis11.com/uncategorized/el-caso-marco-malaigia-y-la-ausencia-de-derechos-de-los-trabajadores-en-la-uanl/

[3] https://www.tesis11.com/uncategorized/la-fragilidad-institucional-de-la-uanl-y-la-ausencia-de-mecanismos-democraticos-para-llamar-a-cuentas-a-la-direccion-universitaria/

[4] https://www.tesis11.com/uncategorized/la-tercera-cuarentena-y-la-falsa-resiliencia/